La joyería se caracteriza en su mayoría, por el uso de piedras preciosas o semi preciosas, esto se ha dado desde épocas muy antiguas, les cuento por ejemplo que en el año 1477 se registra la elaboración del primer anillo de compromiso con diamante, y este no es el más antiguo, por cierto.

En la actualidad el uso de las piedras ha variado un poco, seguimos viendo unos bellos anillos de compromiso con piedras preciosas y de gran valor, pero también nos encontramos con piezas contemporáneas usando piedras en bruto, lo que nos aleja bastante de lo clásico, y por eso no deja de ser también hermoso.

Les quiero mostrar las diferencias entre piedras preciosas y semi preciosas.

LAS PIEDRAS PRECIOSAS: 

Lo que conocemos como piedras preciosas, también se le conoce como “cristales”; estos son minerales que generalmente son transparentes y vienen con una disposición geométrica tan bien definida, que parecen cortados y pulidos.

Los cristales se formaron hace millones de años, cuando la roca líquida del interior de la tierra se enfrió y endureció. También se pudieron haber formado cuando los líquidos subterráneos pasaron entre las grietas y fueron depositando lentamente en esos espacios los minerales.

Las piedras preciosas son:

• El Diamante
• El Rubí
• La Esmeralda
• El Zafiro Azul

LAS PIEDRAS SEMI PRECIOSAS: 

Existen aproximadamente 130 especies minerales catalogadas como piedras semipreciosas, además del ámbar, que es una resina fósil, no es un mineral, es la única piedra de origen vegetal. Existen otras gemas de origen orgánico que también se usan para la joyería, como las perlas y el coral.

Las piedras semipreciosas varían entre ellas en valor, ya que es más fácil conseguir piedras semipreciosas de gran tamaño y pureza, que piedras preciosas con estas mismas características.

Algunas de las piedras semi preciosas usadas en joyería son:

• Ágata
• Aguamarina
• Alejandrita
• Amatista
• Ámbar
• Circón
• Citrino
• Cuarzo
• Granate
• Jaspe
• Lapislázuli
• Ojo de tigre
• Ónix
• Ópalo
• Topacio
• Turquesa